Hace algunos meses cuando mi etapa de insomnio estaba en su apogeo, se apoderó un pensamiento muy fuerte de mi, un pensamiento que nunca antes me había cruzado por la mente, este se refería a que si había hecho lo suficiente hasta ese momento por mí, por mi vida o con mi vida.
Mis respuestas fueron muchas y muy variadas, pues en algunos aspectos considero que he hecho lo que debería, en otros quizá demás y no en el buen sentido, pero hubieron algunos y sobre todo los que se referían a forjar un patrimonio que me hacían sentir que no, que no había hecho lo suficiente, este pensamiento se hizo más fuerte conforme pasaba el tiempo y escuchaba historias de amigos y/o conocidos que a mi edad o incluso a una edad más temprana por cuenta propia habían forjado un patrimonio.
Llámese emprender un negocio propio o en conjunto con alguien más, comprar una casa, convertirse en papas etc. Un sinfín de actividades que requieren de un esfuerzo extra, de un compromiso mayor al que normalmente damos en el día a día y que como consecuencia a mi parecer trae un cumulo de satisfacciones mayor al que uno puede obtener ya sea soltero, como empleado, estatus en los cuales me encuentro inmerso.
Sorpresivamente esa situación al parecer comienza a cambiar, podría decir que desafortunadamente no fue algo que directamente provoqué. La situación “llego a mi” pero gracias a esta situación he tomado el coraje y valor suficiente para comenzar a realizar cambios en ese sentido y soñar con conseguirlos.
Ya les iré platicando como se va desarrollando esta nueva aventura, el ser dueño de mi propio destino, por lo pronto me despido comprometiéndome en volver a escribir pronto pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario